La Carlina Acanthifolia o Carlina Acaulis es una flor con identidad propia que puebla el paisaje de los Pirineos. También se denomina gardincha, cardincha, espantbrujas o cardo de bruxas, según la zona.

Crece en las laderas de la montaña a más de 1000 metros de altitud, brotando de la tierra a ras del suelo y extendiendose con sus majestuosas hojas espinosas y simetricas. En la parte central, se encuentra su mayor tesoro, la cabeza, que se encuentra protegida en todo momento por espinas hasta florecer por completo. Su característica más destacable es que es una flor que nunca se marchita, manteniendo todo su belleza incluso secada.

Sus poderes como amuleto protector la convierten en una flor legendaria. Se colgaba en las puertas de las casas para proteger a sus habitantes. Como símbolo solar y mitológico, vencía a las brujas y peligros que llenaban la noche.

Todavía hoy sigue ejerciendo su poder desde su ubicación privilegiada en la entrada del hogar y la podemos ver en innumerables puertas. 

Esta es la magia de Eguzkilore, un deseo de protección que resurge del pasado para llegar a ti y tus seres queridos.