Nuestra inspiración es la legendaria flor Eguzkilore (flor del sol en euskera), que todavía hoy se cuelga en la entrada de las casas para mantener a salvo el hogar. Esta tradición tiene su origen en leyendas mitológicas que se han transmitido de generación en generación, y que queremos llevar hasta ti como un deseo de protección.

Nuestras joyas están cerca en todas las etapas vitales, con propuestas para celebrar y hacer más grandes estos momentos importantes que siempre se recuerdan.

Eguzkilore es prepararse para una ocasión especial, es un agradecimiento a ama en su día o un premio a una meta conseguida; es celebrar el cumpleaños con amigas; dar una sorpresa, brindar a aita un homenaje... y tener presente el recuerdo de esa persona que ya no está.

EguzkiBoda es emprender con ilusión una nueva etapa; acompañar y compartir emociones intensas.

EguzkiTxiki es el mayor y más tierno deseo de protección, arropando a l@s pequeños y pequeñas de la familia.

Todos estos instantes y muchos otros, ya están asociados a nuestras joyas a través de vuestras experiencias.

Por eso, que combines tus joyas Eguzkilore y las integres en tu estilo, que las lleves a tu terreno y que le des un uso versátil e intensivo es lo que hace que cada pieza se convierta en algo excepcional y cercano.

Filosofía Slow

Creamos piezas duraderas, impulsando la reutilización del oro. Promovemos el buen mantenimiento de las joyas, su reparación y su reutilización para alargar su vida útil… hasta la siguiente generación.

Nuestra actividad tiene sus raíces en nuestro entorno, en donde vivimos y donde tenemos nuestras tiendas, y es donde revierte nuestro crecimiento.

El motor de nuestro éxito es nuestro equipo; somos un pequeño grupo de personas unidas en la misma sintonía, que nos cuidamos mutuamente para que el avance empresarial se acompañe a nivel individual, profesional y personal.

Nuestro compromiso social nos lleva a colaborar con distintas iniciativas solidarias y a favor de causas que creemos necesarias, como la lucha por la igualdad de la mujer o la asistencia a los colectivos más desfavorecidos.

Nuestra pretensión es diseñar joyas especiales que conecten con las personas y con ese fin todo el equipo trabajamos motivado, ampliando nuestra gama, ideando nuevos diseños, incorporando nuevos materiales y procurando que la experiencia en nuestras tiendas sea perfecta.

La visión de María Eugenia

El oro, la plata, los materiales nobles… la joyería artesana ha sido desde hace más de cincuenta años el oficio y la forma de vida de nuestra familia, la saga de joyeros Zuluaga. En 2007 emprendimos un nuevo rumbo creando una nueva línea de joyería para mantener viva la tradición de la flor Eguzkilore y compartirla con el mundo. En el origen de la idea está la visión de María Eugenia Gortazar, cofundadora de Eguzkilore y alma mater de este proyecto, y su afán de crear joyas singulares.

Impulsándonos por este sueño compartido realizamos en el taller el primer prototipo; un broche de oro de 18 quilates con la forma, el brillo y el relieve perfecto que habíamos imaginado, que registramos como el Eguzkilore original. Partiendo de este diseño exclusivo hemos creado posteriormente una amplia variedad de colecciones. Siempre desde nuestro enfoque de profesionales de la joyería, utilizando materiales de alta calidad y cuidando hasta los mínimos detalles de las piezas.

Desde aquellas primeras piezas hasta hoy nuestra trayectoria ha consistido en superar sucesivos retos, siempre siguiendo la huella de María Eugenia. Su ejemplo como empresaria es una inspiración para todo el equipo. Su decisión y su visión siguen siendo un aliento constante y una guía para marcar el futuro de nuestra marca. ¿Y dónde está este futuro? En seguir persiguiendo sueños.