Nos ha encantado. De hecho, creemos que ha encantado a todo el mundo. Cuando decimos que nunca llueve a gusto de todos, esta vez, sí. Meghan lo ha hecho. Con su sencillez y naturalidad, creemos que ha marcado un antes y un después entres las novias reales.
El sábado se dieron el sí quiero el Príncipe Harry y Meghan Markle en el castillo de Windsor, y además de conquistar a todo el mundo por el cariño que desprendía la pareja, el sencillo look de Meghan nos dejó a todos boquiabiertos. Lució un diseño de Givenchy con escote bardot.
Dentro de la sencillez del diseño de su vestido, y el magnífico veló que lució, nosotros nos fijamos en las joyas. Lució unos preciosos pendientes de botón elaboradas en oro blanco con brillantes de Cartier, modelo Galanterie, una pulsera a juego, y el anillo de pedida. Fueron pocas joyas, pero muy significativas y acertadas.
Por supuesto, la joya estrella fue la tiara de filigranas, una pieza histórica familiar, que perteneció a la reina Mary Teck, abuela de la reina Elizabeth II. Se trata de una pieza de 1932 elaborada con diamantes, platino y un broche central.
En cuanto a las alianzas, la joyería londinense Cleave & Company fueron los encargados de realizar estas joyas. El de Harry realizado en platino, y el de Meghan recreado a partir de un anillo regalado por la Reina Isabel II.
Y por último, ya al margen de su look, no podemos obviar el momento #todasmorimosdeamor cuando el príncipe Harry ve a Meghan en el altar, y le suelta aquello que quedará para la posteridad: «You look amazing. I’m so lucky».
Y cuando creíamos que ya no nos podía gustar más esta novia, aparece con su segundo vestido, diseñado por Stella McCartney, blanco de escote halter y espalda descubierta. ¡Ideal!
Nuestra propuesta Eguzkiboda para Meghan, y es que en sueños la hemos visto con nuestras joyas, serían unos pendientes en la misma línea, elaborados artesanalmente en nuestro taller, en oro blanco con brillantes.